Mucha gente ha mentido para aparentar ser o sentirse mas inteligentes, con el fin de impresionar a los demás; aquí los engaños más comunes:
Usar lentes de cristal totalmente transparente. Desde siempre el uso de anteojos ha sido identificado con personas inteligentes, o mejor dicho, “sabelotodos”.
Escuchar música clásica o jazz. Un 20% de las personas que fueron encuestadas afirmaron escuchar estos géneros musicales tan solo para parecer más listos.
Leer en su tiempo libre. Aunque duren meses leyendo el mismo libro porque no poseen el habito de la lectura, o no entiendan lo que están leyendo, mucha gente solo porta libros para aparentar. Y es que al ser un hábito poco común en algunos países, leer o tratar de leer hace sentir a mucha gente como "diferentes y muy inteligentes".
Retwittear un tweet inteligente en Twitter. Siempre es una buena estrategia el usar las redes sociales para hacer notar que te interesas por temas profundos e interesantes antes, que por bromas tontas o temas muy populares.
Hablar de política. Al parecer se cree que, cuando te oyen hablar sobre impuestos o leyes, todo el mundo cree que eres un erudito en el tema, aunque en realidad solo sepas lo básico.
Leer una revista ‘seria’. Para algunos es mejor llevar la National Geographic bajo el brazo, aunque en la bolsa o mochila se guarde una revista de moda, chismes o alguna otra de entretenimiento.
Compartir algo intelectual en Facebook. Muchos lo hacen, colocan material que califican de inédito e interesante. Aunque en realidad mueren de ganas por postear algún video jocoso.
Hablar de literatura y arte. Se suele tener una idea muy equivocada sobre la asociación de estos temas con la inteligencia. Solamente se trata de gustos, pues si a ti te gustas los cómics, también es literatura y arte.
Visitar una galería de arte. Puedes hacer check-in si pasas por una galería o comentar qué una interesante exposición está buenísima, pero eso no te hará más interesante.
Pedir vino en la cena. Los refrescos nunca han sido una bebida muy sofisticada, pero un vino o un champagne, sí. Por eso, los que aparentan tener un gusto refinado para comer suelen pedir vino, aunque dicho gusto le cueste más de lo que quisieran pagar.
Estas son algunas de las cosas que la gente admitió hacer para aparentar ser mas inteligente cuando en realidad no acostumbraban a hacer alguna de estas cosas como leer, escuchar música clásica, visitar galerías de arte, entre muchas mas.
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