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lunes, febrero 10

La tenebrosa historia de la mansion Winchester

Alrededor del mundo existen un sin fin de historias que posiblemente no tiene una explicación, o si la tienen no es una explicación lógica, algo así sucede con la mansión Winchester.


Hay pocos sitios tan raros como la Mansión Winchester, construcción de estilo victoriano situada en California. Las sorpresas suceden apenas se cruza el umbral, así que se aconseja seguir las recomendaciones de los guías (la casa Winchester sólo se puede visitar acompañado): no desviarse nunca del recorrido propuesto porque nadie puede garantizar que el visitante perdido sea encontrado nuevamente.


La Historia:
En 1862, William Winchester, el heredero de la famosa fábrica de rifles a repetición que fue uno de los pilares de la conquista del oeste americano, contrajo matrimonio con la que a partir de entonces sería su esposa, Sarah Winchester.

Con una fortuna consolidada y un alto estatus social todo parecía no poder ir mejor. Sin embargo, dos trágicos sucesos dejarían marcada para siempre a Sarah, que nunca se recuperaría de ello. Primero fue la muerte prematura de su hija Annie, y pocos años después, la de su marido.
Esto fue sin duda uno de los detonantes que desencadenarían su extraña conducta en los años posteriores.

Sarah Winchester
Sarah Winchester, sin poder encontrar una razón natural para su tragedia, la buscó en lo sobrenatural, dado que en aquella época estaban en pleno auge las reuniones y sesiones de espiritismo.
Sarah contactó con una médium de Boston, según la cuál estaba siendo acosada por una horda de espíritus de indios y soldados muertos por las balas de los rifles durante la conquista del Oeste y la guerra de secesión, así que, aconsejada por esta médium, decidió mudarse para intentar calmar a los espíritus que la acechaban.

Pensó que si les construía una casa especial para ellos estaría a salvo mientras duraran las obras. En caso contrario, y siempre según la médium, ella sería la siguiente víctima de la lista Winchester.


Sarah Winchester pensó que si la casa nunca se terminaba ningún fantasma podría instalarse en ella, así que mantuvo la casa en construcción día y noche durante 38 años, haciendo y deshaciendo habitaciones, puertas, escaleras y techos.

Concretamente la casa tenía 2 hectáreas y media de superficie, 7 pisos, 160 habitaciones, 10.000 ventanas, 476 puertas, 3 ascensores, 6 cocinas, 47 chimeneas y 52 tragaluces.

Han habido muchos encuentros y sucesos inusuales incluyendo pasos, portazos, voces extrañas y las famosas manchas frías. Es una de las casas más raras de Norteamérica.

Escaleras que te llevan ninguna parte.
Puertas que conducen a otra habitación.
Ventanas en el suelo.
Puertas que no llevan a ningún lugar.

Algunos se han perdido en ese laberinto sin sentido y no han encontrado la forma de volver, se dice que muchas personas brincan las barreras de seguridad para adentrarse por su cuenta a esta mansión intentando encontrar algún tipo de actividad paranormal y lo único que encuentran es su muerte tras minutos, incluso días de desesperación, muchos afirman haber odio gritos de auxilio durante algunas noches dentro de la mansión.


¿Te atreverías a entrar sin guía a esta mansión?

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